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Ayer se confirmó la noticia y hoy ya fue presentado en el palco de honor del Estadio Santiago Bernabéu. Carlo Ancelotti será el encargado de liderar la nave del Real Madrid durante las próximas tres temporadas.
El italiano fue presentado bajo la asombrosa alegría de Florentino Pérez, que cumple su deseo de traerlo al Real Madrid y con la atenta mirada del que será su asesor, Zinedine Zidane. Antes, Carlo dio alguna muestra de su carácter al visitar Valdebebas nada más bajarse del avión. El nuevo entrenador blanco pudo comprobar de primera mano el lugar que será su nueva casa los próximos años. Después, al Bernabéu. Y allí, con aire nervioso y algo tímido con el castellano, dio las primeras pinceladas de lo que será su obra en la casa blanca.
Ancelotti es un entrenador gustoso de hablar poco y trabajar mucho. Metódico y aplicado. Un hombre que sabe que para alcanzar el éxito hay que sudarlo antes. Y esa ha sido su piedra angular en todos los equipos donde ha estado, con mayor o menor fortuna.
Su paso glorioso por el Milán o sus títulos en Chelsea o PSG dan buena fe que estamos ante uno de los grandes entrenadores del panorama europeo pero, quizás, nada de eso se parecerá a lo que le espera en el Madrid. Su llegada es como la del bombero que llega a apagar el fuego. Ese en el que entró de lleno el club de la Castellana por diversos motivos y que terminó por arrasar con todo lo anterior. Carlo tendrá varios temas que solventar antes de intentar devolver al equipo a lo más alto del continente. Ese es su objetivo, como el de todos los anteriores. La ansiada Decima es algo que atormenta a la afición blanca y a su presidente, que busca y busca en el mercado a aquel elegido que le lleve a conseguirla.
No sabemos si Ancelotti será el entrenador que lo logre en el Madrid, pero sí parece que su figura engloba nuevamente a todo el madridismo, desde los radicales “yihadistas” hasta los defensores de los valores tradicionales. Una figura para volver a unir a todos y hacer frente común para pelear por la causa. Y su primer asalto ha sido del todo positivo para las partes. Ha dejado pocos titulares, aunque parece que Kaká será recuperable y Casillas partirá con cierta ventaja en la pelea por la portería. Honra a Cristiano y defiende la plantilla que tiene y que, seguramente, retocará mínimamente. Frases sabias para alguien que es consciente de que sin la colaboración de todos, la nave blanca puede ser una pesadilla.
Ahora queda comprobar si las buenas maneras se reflejan en el campo. Aunque pueda parecer mentira, el listón no esta tan bajo como algunos piensan. Como mínimo, Ancelotti tiene la obligación de llevar al Madrid a pelear todos los títulos y a ganar algún grande. Sin eso, el Madrid y su entorno te supera por completo. Ancelotti, que parece ser un tipo muy listo, es consciente de ello. Promete trabajar para ganar jugando bien y eso son palabras mayores. Reto más mayúsculo si cabe para el italiano.
Veremos cómo maneja las piezas para lograr que el equipo funcione, aunque no olvidemos que, pese a lo que algunos opinan, el club no está sumido en ninguna crisis deportiva ni hace tanto que la maquina parecía engrasada. Pero el Madrid es distinto a todo, como bien dice su presidente, y el que hoy se presenta como héroe, mañana puede convertirse con la misma rapidez en villano si las cosas empiezan a torcerse. De momento, corrección y elegancia absoluta con todos y a trabajar. Queda verano por delante y hay que ponerse al día. En eso, seguro que Ancelotti no defrauda. Bienvenido a nuestra Liga, Carlo.
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