miércoles, 22 de mayo de 2013

Dortmund vs Bayern: la nueva o la vieja historia

FOTO: www.ochemclothing.com

Llega la gran cita futbolística del año en Europa. La final de la Champions League es siempre uno de los grandes acontecimientos del año. Esta temporada, la cita acoge una fiesta, a su vez, del fútbol alemán con el duelo entre el Borussia Dortmund y el Bayern Múnich. Algo así como la culminación de la escalada del fútbol teutón en los últimos años. 

Wembley será el escenario de una final entre dos equipos tremendos, con estilos diferentes, pero con ciertas cosas en común, propias de los equipos alemanes. Los de Heynckes parten como favoritos para conquistar un trofeo que se les resiste desde hace ya demasiado tiempo, el último fue en 2001, y que se ha convertido en objetivo prioritario para la entidad. En Múnich todavía se recuerda el duro varapalo de la temporada pasada tras perder la final jugada en su estadio ante el Chelsea. 

Sin embargo, el Bayern 2012/2013 es otra cosa. Llega a la gran cita europea tras haber completado una temporada histórica en la Bundesliga, conquistando el título con récord incluido, y clasificado para la final de la DFB Pokal, donde se enfrentará al Stuttgart. Pero sin duda, la Champions ha sido hasta ahora el gran escaparate del equipo. Tras superar la fase de grupos con comodidad, los de Heynckes han superado cada ronda con brillantez. Sus demostraciones ante Juventus y Barcelona han asombrado al continente y le han llevado a tener el cartel de máximo favorito al trono europeo.

Estamos ante un equipo comprometido al máximo, capaz de llevar el peso del partido o de contragolpear si la situación lo requiere. Que lleva a sus rivales a una intensidad insoportable. Un equipo que basa su poder defensivo en la competitividad de sus jugadores y su ataque demoledor en la velocidad de los de arriba y su acierto rematador. Una máquina muy bien engrasada con pocos puntos débiles. 

De cara a la final, Heynckes volverá a apostar por un 4-2-3-1, probablemente con Neuer bajo palos, Lahm, Boateng, Dante y Alaba en defensa, Schweinsteiger y Javi Martínez como mediocentros, Ribery, Müller y Robben en la línea de tres y Mandzukic arriba. Once de gala con las únicas ausencias de los lesionados Kroos y Badstuber. 

En el Borussia Dortmund las cosas son bien distintas. Tras una temporada irregular en Liga y eliminados de la DFB Pokal, la Champions ha sido la gran tabla de salvación durante la temporada. En esta competición es donde se ha visto al mejor Dortmund y donde se ha dado a conocer al continente. Hoy, gracias a ello, los futbolistas del Dortmund son pretendidos en media Europa. 

Los de Klopp llegan a la cita tras haber superado la fase de grupos como líder en el que fue denominado "grupo de la muerte" superando a Manchester City, Real Madrid y Ajax. Después, en las eliminatorias, aunque algo más ajustado fue capaz de derrotar a Shaktar, Málaga y Real Madrid. Esos dos últimos encuentros ante los madridistas, dejaron dos caras bien distintas del equipo. Un partido brillante en Dortmund, con un Lewandowski colosal y uno algo más dubitativo en Madrid, donde acabó colgado del larguero ante la presión rival. 

Y es, precisamente, esa presión la que seguramente tendrá que superar en la final. Además, preocupa y mucho el estado físico de algunos hombres clave como Hummels o Piszcek que, aunque parece que estarán en la cita, no lo harán al 100%. Sin embargo, tras la ausencia confirmada de Götze, su aportación se antoja fundamental.

Por otro lado, el Dortmund es un equipo alegre, con un contragolpe tremendo y una velocidad de transición muy rápida. También el juego aéreo es otra de sus armas. Y ninguna de ellas le sobrará si quiere alcanzar el sueño de repetir éxito continental tras el de 1997. Klopp también apostará por el 4-2-3-1, con Weidenfeller bajo palos, Piszcek, Subotic, Hummels y Schmelzer en defensa, Bender y Gundogan como mediocentros, Reus, Kuba y  Grosskreutz en la línea de tres y Lewandowski arriba. Es decir, el mismo equipo que jugó la mayor parte del partido en el Bernabéu tras la tempranera retirada de Götze. 

Así pues, las opciones de cada equipo pasan por imponer su juego, ganar la pelea en mediocampo y evitar las pérdidas que generen contragolpes. Preciosa se antoja la batalla táctica en los banquillos, con un ilustre como Heynckes y un alumno aventajado como Klopp. Es un partido tan rico en esa materia y con tantos condicionantes y posibilidades que serían imposibles de señalar por completo. Solo queda añadir que Nicola Rizzoli, colegiado italiano, será el encargado de impartir justicia. 

Es, en definitiva, la final de la Champions, donde a veces termina sirviendo más el corazón que la cabeza. Ese que pondrán en las gradas los 90.000 afortunados que abarrotarán Wembley. Un entorno inmejorable para un partido enorme. La segunda para el Dortmund o la quinta para el Bayern espera. Ahora solo queda que eche a rodar el balón...

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