miércoles, 17 de abril de 2013

Jürgen Klopp, políticamente incorrecto

FOTO: www.thesun.co.uk

Corren días de gloria en Dortmund. Su equipo, tras dos Bundesligas consecutivas y una DFB Pokal en el bolsillo en los años venideros, ha alcanzado, tras quince años alejado, las semifinales de la Champions League. Además, una plantilla tan joven como talentosa invita a un futuro optimista y el aspecto económico, que tantos quebraderos de cabeza trajo en el pasado, parece más que solvente. Así pues, el Borussia Dortmund sonríe por fin y crece en todos los aspectos temporada tras temporada.

Una progresión con la que ha colaborado activamente un joven preparador alemán (45 años) procedente del Mainz llamado Jürgen Klopp. Un entrenador que ha devuelto al Dortmund al lugar que le corresponde tanto en Alemania como en Europa a base de ser fiel a una filosofía instaurada en el club desde los cimientos hasta los altos cargos. Confiando fundamentalmente en los jóvenes, Klopp ha conseguido formar un equipo envidiable capaz de pelear con el todopoderoso Bayern en su país y de codearse, sin envidiar a nadie, con los más poderosos del continente. Esos logros y esa filosofía de trabajo le han catapultado rápidamente hacia convertirse en uno de los entrenadores más cotizados del panorama futbolístico. Una forma de pensar y unos éxitos de los que se han hecho eco en toda Europa y, por supuesto, en España donde la Bundesliga alemana gana adeptos cada día. 

Por otra parte, Jürgen Klopp no es un personaje políticamente correcto precisamente. Aparte de la gran intensidad con la que vive cada partido, durante toda su carrera como entrenador se ha caracterizado por ser un hombre impetuoso que acostumbra a decir las cosas como las piensa. No se maneja con medias tintas y no se guarda casi nada. Una forma de ser y actuar que tiene muchos seguidores, pero también demasiados enemigos. El último en aparecer, la prensa española. 

Y es que tras el tortuoso partido ante el Málaga, con el final que todos conocemos, un sector de la prensa española denunció que Klopp mantuviera una actitud burlesca e irrespetuosa primero con el club malagueño y después con la prensa española que le esperaba en sala de prensa. Tras aquello, es rara la semana en la que no aparece algo nuevo del entrenador del Dortmund en los medios españoles. Lo último, una crítica a las declaraciones del alemán sobre la presencia de Mourinho en la grada del Greuther Furth vs Dortmund del pasado sábado. Klopp vino a afirmar la escasez de conclusiones que habría podido sacar el técnico portugués sobre el Dortmund tras la goleada del bicampeón alemán ante el descendido Furth. Aquello, ha sido tomado como un acto de soberbia del alemán. Parece claro, pues, que la actitud de los plumillas españoles hacia el técnico del Dortmund ha cambiado drásticamente cuando hay equipos españoles de por medio o cuando, simplemente, el alemán ha optado por comentar su labor como profesionales de la información deportiva. Pocos han optado, sin embargo, por mencionar aspectos deportivos y la capacidad de Klopp para plantear los partidos, la mayoría exitosamente, en esta edición de la Champions o movimientos tácticos muy interesantes que han ayudado a su equipo a llegar hasta las semifinales.

Pero a pesar de lo que pueda parecer, Jurgen no ha cambiado de estrategia. Sigue siendo fiel a su sentir y eso no siempre conlleva palabras positivas hacia rivales o prensa. Además, sigue mostrándose como un tipo bromista y jovial en sus apariciones ante los periodistas. Su forma de ser puede gustar más o menos pero no deja de resultar curioso que un técnico acostumbrado a recibir muchos elogios desde nuestro país ha pasado a ser, en apenas unas semanas, el enemigo público número uno. 

Veremos como acaba la temporada y si el Dortmund consigue el sueño de llegar a la final de Wembley pero, a pesar de lo que algunos puedan pretender, los cantos de sirena llegarán, a buen seguro, desde varios equipos poderosos del continente para convencer a Klopp de abandonar Dortmund y buscar nuevos objetivos. Sin embargo, parece que el técnico no está demasiado por la labor de dar por terminado su ciclo en el club de la cuenca del Ruhr para alegría y tranquilidad de sus aficionados. Eso sí, no cabe duda que Klopp y sus futbolistas han conseguido ya uno de los grandes objetivos de la temporada: dar mucho que hablar en Europa. Habrá que ver si en las próximas semanas esas opiniones mejoran de tono o se acrecientan, pero que nadie dude que Jürgen Klopp seguirá siendo el entrenador que conocemos. Un tipo que prefiere conquistar con su trabajo y el buen hacer de su equipo que con sus palabras tras un micrófono...

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