domingo, 24 de marzo de 2013

Brasil llegará a tiempo

FOTO: www.vanguardia.com

Queda algo más de un año para el Mundial de Brasil 2014 y las selecciones de todo el mundo van configurando sus plantillas de cara a la gran cita. Uno de los equipos de los que estarán pendientes los ojos de todo el planeta será el anfitrión Brasil. Con nuevo proyecto bajo el brazo, liderado nuevamente por Luiz Felipe Scolari, quien ya les llevó al éxito en 2002. Una nueva era que tampoco ha arrancado de la mejor manera, ya que el equipo aún no conoce la victoria de la mano de su nuevo entrenador, pero que va dejando detalles de lo que se puede esperar del equipo. 

Este Brasil de 2013 dista mucho de ser aquel equipo del "jogo bonito". El pasado jueves, en el amistoso ante Italia, volvimos a ver a un equipo casi incapaz de generar juego en mediocampo, con mucho jugador en esa zona más capacitado para otro tipo de juego. Así pues, los de Scolari prefirieron renunciar a la posesión, cediéndola por entero a Italia, mucho más capaz de dominar y crear, y prefirió optar por el arma del contragolpe. Un estilo extraño de ver en Brasil pero que quizás se adapta mucho más a las características de los futbolistas que ocupan el ataque de la canarinha. Con ello, los de arriba aparecieron, especialmente en la primera mitad, para hacer mucho daño a la zaga italiana. Oscar, Fred y, sobre todo, Neymar se bastaron para llevar a su selección a una ventaja de 2-0 al descanso, a pesar de haber sido inferior en la sensación, en la posesión y hasta en las ocasiones. 

Y lo mejor para Brasil, aparte del mencionado resultado, fue comprobar que Neymar empieza a ser el jugador que el país espera. A la contra, con espacios por delante y en velocidad, el del Santos es un puñal. Apareció en los espacios, la pidió constantemente y generó casi siempre sensación de que algo podía pasar cuando tenía el balón en los pies. Scolari debe ahondar en que su equipo intente generarle espacios a su 11 para que su joven perla ponga el resto. Con un buen escudero al lado como Oscar y un buen delantero, ayer fue Fred, son capaces de hacer daño a cualquiera. 

Por detrás, Brasil también tiene mucho. Uno de los hándicaps que desde hace años tenía era la defensa, carente de centrales de gran nivel. Ahora, la aparición en escena de Dante, titular en el Bayern, y de David Luiz hace que esa posición este cubierta. En los lados, Dani Alves y Marcelo. Seguramente dos de los mejores laterales del mundo que, aunque ahora mismo no pasan por su mejor momento, seguro que llegan en condiciones al Mundial. Y en mediocampo Ramires y Hernanes parecen casi fijos, con otro tercer compañero algo más variable. Y mucho, pero mucho, esperando su momento.

Volviendo al partido del jueves, hay que reconocer que Brasil fue mucho menos que Italia, un equipo más rodado, que sabe a lo que juega y que tiene el talento suficiente en varios de sus hombres para ser una de las grandes favoritas al título en 2014, pero los de Scolari siguen dejando la sensación de ir, poco a poco, a más. Aunque sea a la contra y sin ese estilo característico que siempre acompaño a Brasil. El veterano entrenador sabe la presión que va a tener jugando en casa y el estado en que se encontró al equipo cuando llegó, siendo un equipo sin rumbo claro y abocado a lo que pudieran dar de sí algunos cracks en declive. Pero si algo tiene Scolari es experiencia en sacar a un equipo como Brasil adelante. Poco a poco, se van vislumbrando claros y no olvidemos que aún resta mucho tiempo para que Brasil termine de engrasar la maquinaria y funcionar como el equipo que se espera que sea.

Brasil estará, casi con total seguridad, preparada para la gran cita. Tiene entrenador y tiene jugadores. Es cuestión de tiempo.

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